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La ciudad de Petaj Tikva פתח תקוה (Portal a la Esperanza) de casi 200.000 habitantes en el centro de Israel – muy próxima a Tel Aviv -, fue fundada en 1878 por pioneros judíos religiosos procedentes de Europa con la ayuda económica y eternamente agradecida del Baron Edmon de Rothschild. 
Es además una de las primeras ciudades construidas por judíos en los últimos dos mil años. Su nombre deriva de la profecía Bíblica del libro de Hosheá/Oséas (2:17), «Y desde allí le devolveré sus viñedos, y le abriré una puerta de esperanza en el valle de la aflicción. Y ella responderá allí como en los días de su mocedad, y como en el día en que salió de la tierra de Egipto«.

 
Petaj Tikva cuenta con seis hospitales siendo así la ciudad con la cobertura de salud más amplia que cualquier otra de Israel en proporción a su población. Cabe destacar el  Centro Médico Isaac Rabin – todo el complejo del Centro Médico contiene el Hospital para niños más grande de Oriente Medio, un Hospital de Oncología, un Hospital de psiquiatría, un Hospital pediátrico, y una Facultad de investigación Médica -, fundado en 1996 en honor al Primer Ministro Rabin asesinado en 1995. En este Centro médico como en cualquiera del país no solo se atienden a judíos sino también al 1,5 millón de árabes israelíes (un 19% de la población), así como también los árabes palestinos que viven en Judea y Samaria, bajo el gobierno de la Autoridad Nacional Palestina, y también de la Franja de Gaza (Hamastán), en el caso de que en sus localidades no dispongan de medios necesarios para alguna determinada urgencia médico-sanitaria.

Otro ejemplo es el Centro Peres por la Paz en Tel Aviv-Yafo, donde se da tratamiento gratuito a cientos de niños palestinos enfermos. O Save a Child’s Heart (Salvemos el Corazón a un Niño), un proyecto humanitario israelí, con más de 70 voluntarios tan solo en Israel, con Sede en el Centro Médico Wolfon de Holón que brinda también tratamiento gratuito especializado a niños con problemas cardiacos y con un índice de curación cercano al 96% ayudando así a más de 2.400 niños, casi la mitad palestinos y un 40% procedentes de países africanos siendo el resto niños de otras nacionalidades.
 
Mientras curamos a sus hijos en hospitales israelíes sus líderes lo agradecen lanzando misiles contra los nuestros. O piden nuestra destrucción llamando a la Yihad contra Israel como el Ministro del Interior (desde 2009) del grupo terrorista Hamás de la Franja de Gaza Fathi Hammad que encabeza una organización «benéfica» llamada Waad que ofrece recompensas de 1,4 millones de dólares a cada ciudadano árabe-israelí que secuestre soldados israelíes.
Israel salvó la vida de su hija tras una chapuza médica del Hospital Jordania que el reino jachemí construyó en Gaza. Una ambulancia transportó a la niña junto con su madre y una tercera persona más al Hospital Barzilai en Ashekelón (ciudad continuamente atacada por Hamás con misiles Grad y Kasham). El equipo médico israelí evitó la muerte de la niña y dos horas después y un helicóptero enviado por el Rey Abdulá de Jordania llevó a la niña a Amán. Mientras su padre insta a los niños y mujeres gazatíes a ser Escudos Humanos contra Israel. Pese a esto, Hamás sigue prohibiendo a la Cruz Roja Internacional visitar y comprobar el estado de salud del soldado israelí Guilad Shalit, secuestrado desde 2006.

 
 
Un caso similar es la hija de seis años de edad de un terrorista palestino miembro del grupo terrorista Hamás que requería cirugía de urgencia para extirparle un tumor en el ojo y que fue hospitalizada en el Hospital Hadassa Ein Kerem de Jerusalem gracias a una organización de caridad israelí. Mientras su hija estaba siendo operada su padre junto con otros tres terroristas palestinos hicieron acopio de armas y ropa – para hacerse pasar por judíos ultraortodoxos -, y planear un atentado que el 14 de junio de 2010 le costaría la vida al oficial de policía israelí Shuki Sofer z»l, quien tenía previsto casarse el 20 de septiembre del mismo año. Ironías de la vida, Shuki murió en el mismo hospital donde aún seguía ingresada recuperándose de la intervención la hija de su asesino.
Esta historia no aparecerá en ningún periódico español. Ni en los telediarios, ocupados en fomentar un odio contra la única democracia en Oriente Medio.

 
La prometida de Shuki, Einav Bloom se preguntaba tras lo ocurrido; «¿Cómo es esto justo
Einav, lo que es de justicia es la ética judía. Esa semilla es plantada en las escuelas y germina en la personalidad de todos, el mandamiento que nos hace humanos; amar al prójimo como a ti mismo. Eso es lo que es justo. Y como tal debemos de practicarlo y difundirlo. La ética judía y la justicia israelí son hoy día los pilares para sostener una sociedad plural y libre como la nuestra. Sin estos dos conceptos ya habríamos desaparecido.
Pero la caridad israelí no termina en Israel. En Asia tras el Tsunami de 2004 Israel fue el primer país en llegar con ayuda médica. Al igual que en el terremoto de Haití de 2010 y ahora en Japón – 10 mil abrigos, 6.000 mantas, 6.000 guantes y 150 baños químicos, según la demanda del Centro Nacional Japonés de Catástrofes -, siendo de los primeros países en prestar ayuda humanitaria y el primero en montar un Hospital de Campaña.
 
Por todos quienes contribuyen a la ética judía y a la caridad israelí, gracias. 
Estamos vivos gracias a ellos. Recordadlos. Difundidlos. Praticadlos.

 
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Yom Shení, 22 de Adar II de 5771
   Domingo, 27 de marzo de 2011
   
   דוד יאבו
   David D. Yabo

DavidYabo

Israelí, divulgador de historia judía y arqueología bíblica. Formándome en El Seminario Rabínico Latinoamericano. La golá te mata o te hace más fuerte, así que voy para Rabino.

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