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El martes día 3, una conocida periodista de El País, Carmen Rengel, publicó en su muro de Facebook un texto con el fin de conseguir adeptos para su último trabajo en Cadena Ser, en colaboración con la UNRWA. “Voces de Gaza“, que así se llama el programa, trata (en teoría) de dar voz sobre todo a los niños palestinos que son, indudablemente, los que más sufren en la Franja de Gaza. Pero no los únicos. En Israel también tenemos niños que, aunque sean judíos, también sufren este conflicto. Y nadie hace programas especiales para escuchar su voz.
Raquel Martí, @raquel_unrwace, directora ejecutiva de UNRWA España y una de las cuentas a las que Rengel enlaza para que, en teoría, estemos bien informados sobre lo que ocurre en Gaza, es capaz de dar crédito a lo que un grupo de niños palestinos le dijeron al Papa Francisco en su visita a Israel el mes pasado: “Jesus fue el primer refugiado palestino“.
Anacronismo en estado puro. Aunque ya estamos acostumbrados a leer este tipo de propaganda.
La demagogia llega a tal punto que pareciera no pueda ascender a un nivel superior. Pero sí que puede. Sin lugar a dudas claro que puede.
Tras exponerle a Carmen mi preocupación por el que una acción solidaria llegue a transformarse en una falsa y tendenciosa propaganda, además de una serie de objeciones sobre la propia UNRWA y la UNESCO, también dependiente de la ONU, uno de sus lacayos del “todo vale, si es contra Israel”, me llamó inhumano.
Inhumano, quiso decir. Falto de humanidad. No se si por ser judío, israelí o criticar que de una causa humanitaria se haga propaganda anti Israel.
Inhumano. Esto me hubiera podido preocupar de no ser porque viene de un antisemita. De alguien cuya ideología es la de repoblar todo Israel con más de cinco millones de palestinos, con el objetivo de que la única nación judía desaparezca. Esta idea, y no la de acabar con el sufrimiento palestino, es la ideología principal del programa “Voces de Gaza“.
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Los refugiados palestinos llevan 66 años siendo utilizados como propaganda, tal y como lo afirmó en su momento Hosni Mubarak:
Jerusalem Post, 26 de enero de 1989
Más aun, el ex director de la UNRWA Ralf Garroway también aseguró en 1958 que “los estados árabes no quieren resolver el problema de los refugiados. Quieren mantenerlo como una llaga abierta, como una afrenta a las Naciones Unidas y como un arma contra Israel. A los líderes árabes les importa un bledo si los refugiados viven o mueren“.
Esta es la realidad. Utilizar a un millón y medio de personas para justificar el odio visceral contra la única nación judía. Una triste realidad.
Lo más frustrante es que seguirán sufriendo porque en Israel seguiremos empeñados en seguir existiendo.
Jueves, 5 de junio de 2014
David D. Yabo