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Sobre la mesa de las negociaciones de paz con la Autoridad Nacional Palestina (AP) de Abu Abbas está siempre muy presente el tema de Jerusalem, la Capital del Estado de Israel.

Los palestinos ansían dividir nuestra capital sin ninguna razón histórica ni cultural.

¿Qué relación tiene el pueblo palestino con Jerusalem?

Jerusalem fue conquistada por el Rey David sobre el año 1000 antes de la Era Común (a.e.c), es decir 1662 años antes de que Mahoma soñase en «volar» hasta la mezquita lejana.
David proclamó Jerusalem no solo capital del reino si no que además la nombró «capital eterna del Pueblo Judío«.

 
Jerusalem siempre se mantuvo como Capital durante todos los reinados judíos en la Tierra de Israel, un total de casi 700 años en distintas etapas de la historia, hasta el año 63 antes de Era Común cuando Pompeyo la conquistó. Desde el año 63 a.e.c hasta que fue renombrada de nuevo Capital de Israel en 1950 por David Ben GuriónJerusalem tan solo fue nombrada capital por los cruzados, desde el año 1099 hasta el 1187.

Durante un total de casi 1000 años de dominación árabe, en varias etapas, sobre Jerusalem a nadie se le ocurrió nunca nombrarla capital de nada. Jerusalem era simplemente el tercer lugar más sagrado del islam por que según la tradición islámica Mahoma en un sueño ascendió a los cielos desde el actual emplazamiento de la Cúpula de la Roca con un un caballo alado llamado Buraq. Ni siquiera figura en el Corán la palabra Jerusalem si no que habla de «la mezquita más remota».

Más de 700 veces está mencionada la palabra Jerusalem en la Tanaj (Biblia judía). Ni una sola, repito, en el Corán.

Entonces, ¿dónde existe la conexión de Jerusalem con el actual y reciente pueblo palestino?
No existe.
Es más, el actual pueblo palestino como tal es relativamente nuevo y su «movimiento» nace en los años sesenta con el único propósito no de crear una nación árabe independiente si no de continuar la guerra contra Israel y la promesa de «echarnos al mar«.
Ni siquiera durante los 19 años de dominio jordano de Jerusalem (1949-1967) y la anexión ilegal del reino Hachemí a cisjordania, contemplaron la posibilidad de hacer Jerusalem capital de palestina por que no existía ni tal pueblo ni llegó a existir tal país.

Si bien es verdad que por el momento aun no se han descubierto pruebas arqueológicas que demuestran la existencia de un Rey llamado David, si que existen pruebas de que hubo una dinastía que reclamaba ser descendiente del Rey David así como la existencia de que en el Siglo 9 a.e.c la ciudad ya era judía.
Existen también pruebas de que hubo un Templo así como una enorme comunidad judía que vivió siglos de forma próspera en toda la región de forma ininterrumpida.
Tuvimos un Rey que nos legó un diamante único y como joya preciosa, irrompible. Indivisible. No queremos una capital al estilo Chipre mitad libre y mitad oprimida bajo bandera islámica.

La terquedad palestina de apropiarse de lo que históricamente no es suyo o de lo que culturalmente tampoco si no que, en todo caso, de interés histórico-cultural de todo el mundo islámico, nos hace pensar que es una simple excusa para no avanzar en el proceso de paz. Ni Jerusalem se va a dividir al  antojo/exigencias palestinas ni Har Habait (el Monte del Templo / explanada de las mezquitas) será parte jamás de una capital palestina.

Como con el tema del retorno de los refugiados palestinos, Jerusalem es otra excusa para no avanzar hacia la paz, para no reconocer al Estado Judío como judío y para no dejar la violencia. Y contra esta política tenemos un mensaje muy claro para todo el vecindario y toda la Comunidad Internacional:

Los israelíes no vamos a permitir que nuestras murallas sufran nuevas grietas.

Yom Revi´i , 1 de Elul de 5773
        martes, 6 de agosto de 2013
דוד יאבו
David D. Yabo
Categorías: JerusalénKotel

DavidYabo

Israelí, divulgador de historia judía y arqueología bíblica. Formándome en El Seminario Rabínico Latinoamericano. La golá te mata o te hace más fuerte, así que voy para Rabino.

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